No sé dormir.
No es que no pueda. No es que no quiera. Es que ya no
sé. Así de complicadamente sencillo.
Os prometo que sigo todos los pasos. Me doy las
buenas noches, cierro los ojos con llave e intento abandonarme, pero al final
siempre acabo encontrándome mal. ¿Acaso hago algo de manera incorrecta? No le
encuentro explicación lógica. Antes esta técnica me funcionaba sin ningún
problema. Me habían dicho que esto era como montar en bici. Supongo que yo
nunca podré correr el Tour.
No os voy a engañar, hubo un tiempo en que era todo
un experto en la materia. Podría haber escrito una tesis doctoral sobre dormir
si hubiera pasado más tiempo despierto. Sin embargo, desde hace unas semanas el
insomnio se ha convertido en mi nuevo estado civil.
Y lo he probado todo, no tengo ningún reparo en
admitirlo. He escuchado nanas en bucle, he contado rebaños hasta quedarme como
una cabra, he participado en catas de somníferos… hasta he intentado leerme las
obras completas de Dostoievski. Nada ha funcionado. Las ojeras se han
convertido en uno de mis rasgos característicos y me he visto obligado a crear
un lenguaje de signos compuesto únicamente por bostezos. Últimamente veo más al
techo de mi habitación que a algunos familiares.
Descansar estaba bien, pero lo que más echo de menos
de dormir son los sueños. Acostarse y dejarse llevar. Suena demasiado bien. Llamadme
fantasioso, pero echo de menos creerme esa realidad ficticia, entrar en ese
cine egocéntrico del que eres único espectador. Mataría por una pesadilla,
aunque sea una de esas que no quitan el hipo. En mis largas noches de vigilia,
de vez en cuando organizo simulacros de ensoñación. Se me da muy mal fingir,
así que al final todo sale mal. Soñar despierto está sobrevalorado.
Esta noche volveré a intentar consultarlo con la
almohada, pero me da que, una vez más, voy a acabar hablando solo. Seguiré
despierto cuando todos los gatos sean pardos, a pesar de llevar muchos días sin
despertar. Esperando un golpe de sueño que me deje secuelas para toda la vida. Fracasando
sin descanso.
Cuando tenía razones para despertarme, dormir se me
daba mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario