miércoles, 1 de enero de 2014

Feliz daño nuevo

El adjetivo es una palabra que acompaña al sustantivo, expresando una de sus cualidades y concertando con él en género y número. En el lenguaje español existen cientos de adjetivos, algunos de una terminación, que no experimentan ningún tipo de variación de género, y otros con dos terminaciones. Cientos. Por tanto, nunca seré capaz de entender por qué alguien eligió el adjetivo “feliz” para acompañar a las palabras “año nuevo”. Fue una elección, cuanto menos, arriesgada.

Un final suele tener poco de feliz, aparte de la efe. Un final es tirarte de cabeza a una piscina que no sabes si va a estar llena. Así que comerse una uva a cada paso que das hacia el trampolín puede parecer al menos curioso. (Que quede claro que siempre estamos hablando de un final y no de el final, que a veces los artículos son incluso más importantes que los adjetivos).

El año nuevo es como una persona a la que conoces por primera vez. Uno de esos (des)conocidos que te presenta alguien que se ha vuelto importante para ti últimamente y con el que acabarás pasando mucho tiempo quieras o no quieras. No sabes si te caerá bien, no sabes qué importancia tendrá su presencia en tu vida y no sabes qué experiencias compartiréis. Aun así, le aprietas la mano con fuerza y una gran sonrisa. Encantado de conocerte. 

Pero creo que ninguno osaríamos describir a una persona partiendo únicamente de ese momento. Y mucho menos utilizaríamos un adjetivo tan atrevido como “feliz” con todas las alternativas que nos ofrece nuestro léxico. Necesitaríamos más tiempo para dictaminar esa sentencia. Mejor nos pones otra ronda, camarero.

Este 2014 recién estrenado parece una fecha tan buena como cualquier otra para dejar de desearnos feliz año nuevo tan a la ligera. Yo lo que os deseo de verdad es que consigáis poner vosotros mismos el adjetivo “feliz” delante de este año nuevo. Que nadie os lo regale. Que no deis nada por sentado. 

Porque en una lengua con tantos adjetivos, cada palabra cuenta. 

Y hacer que este año cuente está en tus manos.

No hay comentarios: