No existas.
Déjame ateo. Quítame la fe de golpe. Que todas mis creencias
sean falsas para que por fin pueda empezar a vivir de verdad. Tu inexistencia
haría mi vida mucho más fácil. ¿No es lo más bonito que te han dicho nunca?
Conviértete en mis Reyes Magos, en mi Papá Noel, en mi
Ratoncito Pérez o en mi Estado del bienestar. Quiero perder la ilusión y no
preocuparme por dónde la he dejado. Ya es hora de madurar.
Sé una leyenda. Urbana o rural, me da igual. Que lo único
que quede de ti sean fotos borrosas comentadas en programas de madrugada. Que
no sepamos si hay vida en tu planeta. Vamos, ser el personaje de ficción
favorito de alguien tiene que molar.
Extínguete. Yo pongo el meteorito, tú sólo tienes que poner
tu especie en peligro. Cierre por fin de existencia. Liquidación total. Admítelo,
ser, estar y parecer todos los días acaba cansando.
Quédate en teorema. Conviértete en una hipótesis que no se
pueda demostrar empíricamente. Perfecta en teoría pero prácticamente imposible.
No debe ser tan difícil. Venga, no te hagas de rogar.
Por favor, no existas.
Sólo entonces podré aceptar que no eres producto de mi
imaginación.
1 comentario:
Cada palabra, encadenada a otra, formando estos párrafos tan bonitos, siguen poniendo grandes sonrisas en mi rostro... sigue así y me seguirás haciendo feliz, disfrutando leyéndote.
Publicar un comentario