lunes, 12 de diciembre de 2011

No apto para lectores

Te tengo delante. Desnuda. Solo para mí. Dispuesta a dejarme hacer lo que quiera contigo. Y yo sólo puedo pensar en que llevo tanto tiempo sin hacerlo que no sé si se me seguirá dando bien.

La primera vez fue para olvidar, como todas. No sabes muy bien qué estás haciendo y lo haces apresuradamente y sin disfrutar. Uno podría pensar que después de haberlo hecho unas cuantas veces, ya le habría cogido el truco. De hecho, cada vez me gusta más y no puedo estar demasiado tiempo sin hacerlo. Pero la inseguridad nunca desaparece. Nunca sabes si darás la talla. Puede que yo siempre quede muy satisfecho, pero aquí lo importante es lo que piensa la otra persona.

Pero es que te veo y no me puedo resistir. No puedo desaprovechar la ocasión. Tengo que abalanzarme sobre ti y hacerte mía. Lo disfruto al máximo. Siempre se me hace corto. Pocas veces es como lo he imaginado. Nunca sé si he estado a la altura. Pero aún no he encontrado ninguna otra sensación más placentera que la que siento al acabar.

No hay nada en este mundo como contemplar una página que estaba en blanco llena de tus palabras.

Hace que todo lo demás no importe.

1 comentario:

Sin nombre dijo...

A mí siempre se me corre la tinta.