martes, 27 de enero de 2009

Contigo

Sólo tengo un objetivo.

Ser un parásito unido a tu cuerpo con el único fin de sobrevivir, succionando tu dulce sangre como principal alimento.

Convertirme en un búho en el árbol de tu ser, habitando en los rincones más recónditos de tu alma.

Conseguir ser el único abonado a tu canal, codificado para el resto de la raza humana.

Que nuestra suma sea uno y no dos, que no se nos pueda restar, que el orden de los factores no altere nuestro producto y que nuestra división sea exacta.

Formar una palabra compuesta con tu raíz que por mucho que separes su sílabas no puedes dividir.

Naufragar en tu isla desierta, siendo su único habitante y descubriendo territorios desconocidos.

Alcanzar ese estado en el que uno no es nada sin el otro, en el que la única razón de mi existencia eres tú.

Descubrir la felicidad.

1 comentario:

Alba Steiner dijo...

No sé qué decir, me ha encantado. Supongo que, en el fondo, todos persiguen ese objetivo. Resulta extraño, difícil de alcanzar, y más aún de explicar, pero lo has expresado de una forma preciosa.

Cuídate, señorito.

PD - Este domingo toca sesión de cine, ¿no?