miércoles, 23 de diciembre de 2009

Rebajas personales

Mientras empujaba su carrito por el pasillo del supermercado, Kathy repasaba mentalmente la lista de la compra. No se le podía olvidar nada.

Le costó poco esfuerzo encontrar la sección de Falsas apariencias, una de las más populares entre la clientela de aquel establecimiento. Un rápido vistazo a los estantes le bastó para situar los productos que buscaba.

Primero, cogió un kilo de conocimientos sobre la prensa del corazón. Nunca le había interesado demasiado la vida privada de los famosos, pero sus nuevos amigas no tenían otro tema de conversación y deseaba con todas sus fuerzas integrarse en la pandilla. Después, introdujo en su carrito hábito de fumar embotellado y tolerancia al alcohol embolsada. Siempre había opinado que beber y fumar eran vicios muy poco saludables, pero si de verdad quería ser considerada una más del grupo tendría que empezar a habituarse a practicarlos. Para dar por finalizada su compra, sólo tuvo que hacerse con una caja de maquillaje sentimental tras el que pretendía ocultar la artificialidad de aquellos gustos.

Durante su paso por caja, intentó por todos los medios que la cajera no identificara bien los productos. Si alguien descubría quién era realmente (o, mejor dicho, quién no era) aquellas compras no habrían servido de nada.

Cuando Kathy llegó a casa cargada de bolsas no se percató de que le faltaba lo más importante. Algo que la diferenciara de los demás, que no la convirtiera en una más de la multitud, que la hiciera única.

Pero no venden personalidad.

3 comentarios:

Rosa Cáceres dijo...

Es un relato estupendo, de veras me ha encantado. Está lleno de símbolos y metáforas. Es muy literario. Ánimo. Eres un buen narrador.
Pero no te reconozco en la foto, quiero decir que no tengo ni idea de quién eres.

PurplePig dijo...

Me encanta :)
me encanta me encanta me encanta :D

David dijo...

Kathy, estúpida, haz personalidad tú misma ><

Narras estupendamente.Molan tus relatos breves.(nótese el punto xD).