jueves, 25 de junio de 2009

Vida marítima

La vida es como el mar.

Algunos días hay bandera verde. Calma. Tranquilidad. Paz. Las olas te mecen, pasando casi inadvertidas. Puedes nadar tranquilamente sobre la superficie.

Otros hay bandera amarilla. Todo sigue prácticamente igual. Salvo que las olas pasan menos inadvertidas. Tienes la sensación de que lo peor está por llegar.

Y lo peor llega los días con bandera roja. Es casi imposible nadar. Las olas te levantan y te estrellan contra la arena. Una y otra vez.

Pero aun así, tienes la esperanza de que la bandera verde siempre volverá.

1 comentario:

Mario Pina dijo...

A mí siempre me ha gustado ir a contracorriente. Me encantan las olas grandes y que me golpeen en la espalda, incluso pasarlas buceando. Es una metáfora de mi vida. Creo que me va la acción, aunque me pase el día añorando una calma ficticia, como una bandera verde que quiero y no quiero que exista.

En fin, con la playa hemos topado.