lunes, 12 de enero de 2009

Maquillaje

El payaso triste estaba peor que nunca. Sentado en una esquina, ocultaba la cabeza entre sus brazos. Las lágrimas le recorrían el rostro, dejando surcos en su perfecto maquillaje. Estaba harto. No quería seguir siendo un payaso. No quería limitarse a hacer reír a la gente. No quería la obligación de producir felicidad fuera cual fuera su estado de ánimo. No quería tener que transmitir una alegría inexistente, crear una mentira. No quería maquillar sus emociones.

Nunca más.

Quería reproducir todo tipo de sensaciones. Quería evocar recuerdos enterrados por el olvido. Quería decir más con un gesto, con una mirada, que con miles de palabras. Quería poder emocionar de cualquier manera. Quería ser un mimo. Estaba decidido. La sonrisa que no esbozaba desde hace mucho tiempo volvió a aparecer en su cara. Se levantó del suelo y se limpió las lágrimas que ya había dejado de derramar. El mimo feliz estaba mejor que nunca.

2 comentarios:

PurplePig dijo...

=)

Alba Steiner dijo...

De todas las sonrisas que existen creo que la más bella es ésa que aparece después de un llanto. Las lágrimas la empapan y queda limpia, sin retoques. Supongo que me gustará tanto porque debe de ser la más sincera. Pero no te creas esto al pie de la letra, últimamente está de moda llevar maquillaje de larga duración que ni siquiera el agua desgasta.

Cuídate