sábado, 26 de febrero de 2011

Teoría y práctica de la evolución

Maldita teoría de la evolución. Nunca consigo llevarla a la práctica.

Todo a mi alrededor está en modificación constante. Las personas que me rodean sufren cambios radicales sin necesidad de pasar por el quirófano, quedando irreconocibles en tiempo récord. Y yo parezco un corredor sordo esperando el disparo de salida de una carrera finalizada.

Vivo a cámara lenta en un mundo a doble velocidad. Nunca me acuerdo de dónde dejé el puto mando.

Tal vez lo que falle sea mi adaptación al medio. Quizá sólo soy un dinosaurio fosilizado en un mundo de mamíferos. Afortunadamente, de vez en cuando alguien encuentra uno de mis huesos escarbando en la arena y eso la anima a querer conocer el esqueleto completo.

Lo siento, pero no puedo cambiar. No me sale. Ni quiero. No es por llevarle la contraria a Darwin. Es que nunca se me han dado bien las ciencias.

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